Las revistas pulp
Por Cristián Londoño Proaño
Las revistas pulp fueron un fenómeno editorial norteamericano. Su denominación se debió a que las revistas pulp fueron elaboradas con papel grueso sin tratar, hecho de pulpa de madera y que amarilleaba con rapidez. Algunas tuvieron pasta gruesa. Mantuvieron bajos costos de producción, se vendieron por millones y se distribuyeron en casi todo el territorio de Estados Unidos. Una revista pulp vendió un tiraje de 2.5 millones de ejemplares.
«The Argosy» fue la primera revista pulp. Fue en 1882 que circuló en New York y su editor fue Frank A. Munsey. El mismo editaría otra revista que se llamó: «Munsey Maganzine». Al principio, las revistas estaban dirigidas al público juvenil, pero luego hicieron un viraje hacia las audiencias de adultos. En estas primeras revistas se presentaba las historia en forma de serie que se la podía seguir durante varios números. En enero de 1905, Munsey sacó una nueva publicación pulp: «All-Story». En esta revista publicaron historias enteras e historias seriadas. Siete años después, apareció en octubre en «All-Story», «Tarzán de los simios» y las aventuras de John Carter de Edgar Rice Burroughs. Esto revolucionó el contenido de las revistas pulp, porque fue un éxito. Cuatro años después, en la misma revista pulp apareció «The Curse of Capistrano», primera aventura de otro héroe emblemático: El Zorro.
En la Primera Guerra Mundial, la revistas pulp cambiaron. Mike Ashley en su ensayo «La edad de oro de la ficción pulp» señala que: «Hasta la Primera Guerra Mundial, las revistas pulp recorrieron toda la gama de ficción, buscando atraer a una amplia audiencia, pero a partir de 1915 surgió una nueva generación de revistas pulp especializadas». Entre ellas fueron las revistas pulp de detectives, Western y romance. Ashley acota que: «el período de posguerra vio una explosión de revistas pulp en toda América, con un número cada vez mayor de especialización». Ahí se produjo la mayor popularidad de la revistas pulp.
El apogeo de las revistas pulp fue a partir de la década de los años veinte. Se incrementó la publicación de revistas pulp de varios géneros, entre ellos, la ciencia ficción y sus subgéneros. Entre las revistas pulp de ciencia ficción que gozaron de popularidad fueron Amazing Stories, Weird Tales, Marvel Tales, Astounding Stories y otras más. Ashley señala que: « La primera de ellos había sido Amazing Stories, iniciada por Hugo Gernsback en abril de 1926, aunque estrictamente con su gran formato plano y papel resistente, los primeros números no son realmente revistas pulp. La primera verdadera revista pulp de ciencia ficción fue Astounding Stories , fechada en enero de 1930, publicada por William Clayton». Para la década de los treinta salió la revista pulp del Capitán Futuro y en diciembre de 1936 el único número de «Flash Gordon Strange Adventure Magazine».
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Este apogeo de las revistas pulp abrió oportunidades y un nuevo mercado. Este mercado necesitaba de un ejército de escritores. Muchos jóvenes escritores vieron una oportunidad para escribir en las revistas pulp. Estas revistas tenían pocas exigencias de recepción de material y pagaban muy poco. Por citar un ejemplo, si una historia era aceptada en una revista pulp de ciencia ficción, le pagaban al autor máximo cinco centavos la palabra. Muchos jóvenes escritores se vieron en la necesidad de escribir muchísimas historias para sostenerse económicamente sin mirar su calidad. De hecho, muchos de los grandes escritores de ciencia ficción escribieron para estas revistas, entre ellos, Isaac Asimov y Ray Bradbury.
La popularidad de las revistas pulp fue inmensa. Ashley señala que: «En la década de 1930 los puestos de periódicos estaban saturados de revistas pulp».
Uno de los virajes en las revista pulp de ciencia ficción y que, también fue un cambio en el género, lo hizo John W Campbell, que en su juventud había escrito historias para las revistas pulp. Campbell se hizo cargo de «Astounding Stories». Le cambió el nombre a «Astounding Science Fiction». En uno de sus ensayos, Asimov menciona sobre John W. Campbell que: «comenzó a buscar escritores que supieran de ciencia y comprendieran a los científicos, que tuvieran una idea de la ingeniería y de lo hacía palpitar a los ingenieros. Y los llevó, amedrentándolos y halagándolos, a escribir historias que trataban sobre adelantos factibles en tecnología y a ocuparse solamente de las consecuencias que esos cambios podían significar para la sociedad».
Los autores que Campbell conquistó para su revista fue Robert Heinlein, Arthur Clarke, Lester del Rey, Theodore Sturgeon, A. A Van Vogt, Hal Clemente e Isaac Asimov. Siendo Asimov, Clarke y Heinlein los representantes más destacados de esta generación.
Gracias a Campbell, las revistas pulp de ciencia ficción adquirieron respetabilidad y seriedad. Muchos de los números de «Astounding Science Fiction» eran esperados con avidez por el fandom.
La popularidad de las revistas pulp cayó en 1950, debido a varios factores entre ellos la competencia en los puestos de venta y la incursión de la televisión. Ashley señala que: « Las revistas pulp prácticamente habían desaparecido de los kioscos a mediados de los cincuenta víctimas de toda clase de aflicciones -comics, libros de bolsillo, televisión- y eventualmente la retirada de su principal distribuidor». Varias revistas de ciencia ficción siguieron circulando, entre ellas «Amazing Stories» y «Astounding Science Fiction» que fue renombrada como «Analog».
Las revistas pulp fueron un fenómeno editorial que tuvo su mayor popularidad entre 1920 y 1950 y se constituyeron en un genero literario con sus propias particularidades.
Carlos estoy de acuerdo contigo. A parte que las revista pulp tuvieron relatos que fueron inspiradores, aunque muchas veces no se escribieron bien.
Las revistas "pulps" fueron denostadas por un 5% de la humanidad (la "intelligentsia") y veneradas por el resto, con escasas excepciones. Los autores "pulps" fueron objeto de los peores calificativos por parte de aquel selecto 5%; pero mi pensamiento es que, si bien los Grandes Libros pueden obrar prodigios en la conciencia de algunos lectores, o, en casos excepcionales, hasta cambiar al mundo, los humildes "pulps" son los únicos capaces de generar nostalgia. Que no es poco.