Asimov y Hollywood
Por Cristián Londoño Proaño
La relación entre los escritores de ciencia ficción y Hollywood ha sido durante décadas llena de éxitos, fracasos y conflictos. Algunos productores (y escritores) asumen que cómo son escritores pueden escribir un guión cinematográfico. En la mayoría de los casos esta suposición es falsa. No necesariamente un buen escritor puede ser un buen guionista. Se debe tomar en cuenta que escribir novelas y escribir guiones son dos cosas distintas. Primero, cuando se escribe guiones lo hace pensando en imágenes y en la historia; y cuando se escribe novelas se lo hace pensando en la historia, en los personajes y sus emociones. Y segundo, los dos procesos de escritura son diferentes, porque cuando se escribe novela suele describirse estados de ánimo del personaje, en cambio cuando se escribe guiones se debe mostrar visualmente los estados de ánimo. Uno de los escritores que conocía muy bien estas diferencias fue Isaac Asimov, el gran maestro de la ciencia ficción. Él opinaba que podía escribir argumentos, pero no guiones, porque no conocía la técnica para escribir en imágenes, y no le gustaba la cantidad de presiones que recibían los guionistas de Hollywood. Razones suficientes para estar alejado de escribir para cine, a pesar que, los productores de Hollywood lo buscaban para proponerle varios proyectos.
Por otro lado, en el ensayo «El auge de la ciencia ficción», Asimov plantea que las películas de ciencia ficción son obras artísticas diferentes a las novelas o relatos de ciencia ficción. Las llama: «eye-sci-fi». Considera que las películas de ciencia ficción se amparan en dos puntos: los efectos especiales, que son del gusto de los espectadores, y en lo que llama: el saldo final. El saldo final es la ganancia o pérdida de una película, y depende del riesgo que se tome. Por ejemplo, el riesgo económico de un escritor, que elabora una novela y la publica, es pequeño, en comparación a un productor de cine, porque la película puede volverlo millonario o liquidarlo. Por esta razón, Asimov escribe en su ensayo que los productores no suelen arriesgar con argumentos más elaborados, diálogos más inteligentes y cuestiones científicas coherentes.
Pero, los productores de Hollywood no dejaron de insistir a Asimov para que aceptara trabajar en una película. Hasta que decidió aceptar. La idea del productor de Hollywood era que Asimov escribiera un argumento sobre unos extraterrestres muy pequeños que invadían un planeta distante, que al principio todos se burlaban de su tamaño, pero al pasar el tiempo todos entendía que los pequeños aliens tenían mucho poder. La idea no le gustó a Asimov, así es que la cambió. Hizo sobre un planeta que recibía la llegada de humanos muy pequeños que interactuaban. Poco a poco, se conocía que el planeta era la misma Tierra y ocurría que los pequeños obtenían el poder. La idea no convenció al productor ni a los inversionistas, por lo que el proyecto quedó suspendido.
Luego de su amarga experiencia, Asimov recibió otra propuesta de un productor de cine, pero distinta a la anterior. Gene Roddenberry, guionista de la película Star Trek, tenía algunas discrepancias con los productores de la película, y sugirió que la persona encargada de discernir fuera Isaac Asimov. Los productores lo contrataron como Asesor Científico. Le enviaron el guión de Star Trek y tres preguntas. A Asimov le gustó mucho el guión, y respondió las preguntas. Una pregunta coincidió con lo expuesto con Gene Roddenberry y las otras dos preguntas influenciaron en la película, cambiando el argumento.
El inusitado éxito en la producción de Star Trek, hizo que Asimov fuera considerado como Asesor Científico de varias series de televisión de las grandes cadenas norteamericanas. Entre ellas, en 1979, Asimov asesoró a la serie «Salvage 1» que fue creada por Mike Lloyd Ross. Esta serie tuvo 16 episodios, fue producida por Columbia Pictures Television y Bennett / Katleman Produtions y fue emitida en 1979 por la ABC. Otra serie fue «Probe», que fue producida en 1988 por MCA Television, cuyo creador fue Michael Wagner. Esta serie es una drama de ciencia ficción muy parecido a Jonny Quest, que tuvo 8 episodios y estuve al aire en la cadena ABC. Otras series que Asimov asesoró fueron: Round up, Harry´s Doll, Dry Spell, Diamond Volcano, Hard Water: parte 1 y parte 2.
Asimov fue crítico de las películas de ciencia ficción, que las llamó: eye-sci-fi. Por otro lado, contribuyó como Asesor Científico de algunas producciones de cine y televisión. Hay que tomar en cuenta, que Asimov nunca escribió un guión cinematográfico.
Foto: Star Trek The movie / Paramount Pictures.