¿Resurrección?
Por Cristián Londoño Proaño
¿Hay vida después de la muerte? Si hay vida después de la muerte, ¿hay un paraíso? ¿Vagamos como espíritus errantes en la Tierra? ¿Hay un Dios paternal que acoge nuestra almas?… Y podrían seguir las preguntas que obtuve de la lectura de «A vuestros cuerpos dispersos» («To your scattered bodies go») del autor norteamericano Philip José Farmer. Farmer nació en North Terre Haute y murió en 2009 en Peoria, Indiana. Es considerado uno de los más importantes escritores de ciencia ficción, miembro de lo que se denominó la «Edad de Oro de la Ciencia Ficción», por citar algunos nombres: Robert A. Heinlein, Isaac Asimov, Ray Bradbury, Arthur C. Clarke y otros escritores.
La novela «A vuestros cuerpos dispersos» es la primera entrega de la serie de novelas de «Mundo del Río». Sobre estas novelas hubo adaptaciones televisivas. En el 2010 el canal «SyFy channel» puso al aire la miniserie «Riverworld», con la actuaciones de Tahmoh Penikett, Peter Wingfield, Laura Vandervoort, Mark Deklin, Jeananne Goossen, and Alan Cumming. Una producción de mediano presupuesto que logró obtener un raiting aceptable y acumuló comentarios positivos. A juicio personal, «Riverworld» fue una deslucida adaptación de lo que Farmer escribió en sus novelas y no logró plasmar la esencia de lo que el escritor plantea. Le faltó el «espíritu Farmer».
En la novela «A vuestros cuerpos dispersos» se narra la historia de Richard Burton, quién luego de morir en la Tierra resucita en un mundo que es cruzado por un sólo Río. Cabe señalar que, Farmer, fiel a su estilo de mezclar personajes reales-históricos con ficticios, coloca a Burton, que es un personaje que sí existió en la realidad. Sir Richard Francis Burton fue un explorador y orientalista británico del siglo XIX, al que se deben las primeras traducciones del Kamasutra y Las mil y una noches. En la novela de Farmer, Bruton es -igual que el personaje histórico- explorador en un mundo plagado de dudas. En el Mundo del Río conviven los prehumanos y humanos de todos los siglos. Por ejemplo, hay neardentales, personas del siglo X, del siglo XIII, personajes históricos. Todos han resucitado desnudos, «calvos. Ellas son esterilizadas y vírgenes. Vueltos a vivir en edad jóvenes maduros», así lo narra Farmer. Además tienen un cilindro que les provee comida, enseres básicos y una droga que se llama goma de los sueños. Además los resucitados mueren y vuelven a resucitar.
Burton está lleno de dudas. ¿Por qué resucitaron a todos los humanos? ¿Cuál es el propósito? ¿A dónde conduce el único río del planeta? Decide explorar el Mundo del Río y se da cuenta que los humanos continúan en sus luchas de poder y posesión. ¿Acaso Farmer no quizás decir que la humanidad no cesará de pelear por un mínimo poder que lo puede llevar a su propia extinción?
En su aventura, Burton descubre que todos los odios, perjuicios racionales y religiosos están en un sólo lugar. Luego de sus primeras muertes, comienza a tener recuerdos extraños de un cuarto donde hay hombres en camillas y congelados, y uno de los prehumanos logra descubrir que entre los resucitados están los amos del Mundo del Río, llamados Los Éticos. Lo secuestra y le preguntan sobre sus dudas. El Ético le dice que todo fue diseñado para que la humanidad logre su salvación -un evidente guiño de Farmer a todo propósito de las religiones-. Pero, en otra aventura, se encuentra con un Ético Renegado que le cuenta una verdad atroz. El mundo del Río es un gran experimento científico de Los Éticos, que todos los habitantes son cuerpos resucitados de recuerdos que grabaron en la Tierra y ellos quieren que el psicomorfo (una especie de Aura) que tiene cada resucitado evolucione y vaya «más allá».
Miquel Barceló en «Ciencia Ficción - Guía de lectura» propone que «A vuestros cuerpos dispersos» se llame: «Río Opera», y dice: «Excepto la idea inicial de la resurrección y del río, la obra es una sucesión inagotable de todo tipo de aventuras en las que falta el elemento espacial que caracterizaba a las clásica Space Opera». Quizás, Barceló tiene razón, pero la temática de la resurrección y la cantidad de personajes históricos y ficticios, la vuelve una novela de ciencia ficción sociológica, religiosa e histórica, lo que le hace difícil de encasillarla.
En esta novela de ciencia ficción hay rasgos interesantes. La manera de estudiar el comportamiento humano. Las estructuras y relaciones de poder y violencia. El estudio lingüístico sobre la formación de nuevas lenguas, a partir de la mezcla de lenguas pre-existentes. La temática religiosa sobre la muerte.
En la novela de Farmer se plantea la pregunta de que pasará luego de la muerte y responde a su estilo. Pero inquieta que, a pesar de la muerte, según Farmer, los humanos no superemos la lucha del poder y la violencia. ¿Acaso es un eslabón en el alma humana?