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Foto del escritorCristián Londoño Proaño

Universos paralelos



Una tarde de febrero de 1996, llegué del colegio, prendí la televisión, sintonicé un canal local y miré la serie de ciencia ficción de televisión «Sliders». Me quedé impresionado por la temática. En la serie norteamericana de ciencia ficción «Sliders» se narró las aventuras de tres hombres y una mujer en los universos paralelos. La serie fue creada por Tracy Tomé y Robert K. Weiss y sus productores ejecutivos fueron Tracy Tomé, Robert Weiss, John Landis, Leslie Belzberg, Alan Barbenette y David Peckinpah para la cadena Fox en sus primeras tres temporadas y luego, la cuarta y quinta temporada para la cadena de cable Sci Fi channel. La primera emisión fue el 22 de marzo de 1995 y duró cuatro años en pantalla. Tuvo éxito, aunque hubo controversias por sus cambios de temática, que, a muchos fanáticos de la serie, no les gustó.


En la serie «Sliders», Quinn Mallory, un estudiante de física, inventa una maquina que es capaz de «deslizarse» a otros mundos paralelos. Sus datos los comparte con su mejor amiga Wade Wells y su profesor y mentor Maximillian Arturo. Los tres se reúnen para hacer una prueba, pero existe un fallo. La máquina los absorbe, incluyendo a un hombre que estaba componiendo su vehículo, Rembrandt Brown. Y así comienza esta aventura fascinante por los mundos paralelos. Pero, ¿existen los universos paralelos? ¿Hay pruebas de su existencia?


Schodinger

Primero, la existencia de los mundos paralelos es un hecho muy discutido entre los físicos. El primer físico en proponer la interpretación de los universos múltiples o interpretación de los mundos múltiples fue Hugh Everett. Este científico hace una paradoja de un ejemplo de la mecánica cuántica del físico austríaco Erwin Schrodinger. Wikipedia señala que: «Schrödinger plantea un sistema que se encuentra formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato en su interior, una botella de gas venenoso y un dispositivo, el cual contiene una sola partícula radiactiva con una probabilidad del 50% de desintegrarse en un tiempo dado, de manera que si la partícula se desintegra, el veneno se libera y el gato muere. Al terminar el tiempo establecido, hay una probabilidad del 50% de que el dispositivo se haya activado y el gato esté muerto, y la misma probabilidad de que el dispositivo no se haya activado y el gato esté vivo»… Pero, Hugo Everett plantea la misma paradoja desde su interpretación de los universos paralelos. El gato puede estar vivo o muerto, al mismo tiempo, pero en distintos universos. Pero no puede coexistir en el mismo universo. Es decir, en el evento del gato, existen múltiples capas de una misma «realidad», que se reproduce en mundos paralelos. Esta interpretación de Hugo Evertt tiene su primer escollo en que esta coexistencia de los mundos paralelos debe medirse. Tomemos en cuenta que para la física, todas las magnitudes y muchos fenómenos deben medirse y plantearse en forma de ecuaciones. En palabras sencillas, la existencia de los multiversos debe detectarse para medirlo o simplemente, mirarlo.


Los Académicos de la Universidad de Griffith de Australia, Howard Wiseman y Michael Hall, del Centro de Dinámica Cuántica de Griffith, y Dirk-Andre Deckert, de la Universidad de California, explican que los multiversos existen en un número infinito de posibilidades e interactúan, a través de una sutil fuerza. Por ejemplo, en algún mundo paralelo debe existir que los dinosaurios no dejaron de existir y evolucionaron a formas inteligentes de vida. «La belleza de nuestro enfoque es que si hay un solo mundo nuestra teoría se reduce a la mecánica newtoniana, mientras que si hay un número gigantesco de mundos reproduce la mecánica cuántica», explica Howard Wisemman. «En el medio, predice algo nuevo que no es la teoría de Newton, ni tampoco la teoría cuántica».


Muchas teorías modernas predicen que nuestro universo está en una burbuja. Y los otros multiversos están en otras burbujas que guardan otros universos. No necesariamente estos universos deben ser regidos por las leyes de la física básica de causa y efecto. Esta coexistencia de burbujas de universos tendrían ciertas débiles fuerzas, que los físicos del University College y del Imperial College de Londres y del Instituto Perimeter de Física Teórica en Ontario buscan encontrar una señal. En este mismo sentido, los científicos de la CERN, European Organization for Nuclear Research, realizarán un experimento en el gigantesco acelerador de partículas LHC. En el experimento, los protones (partículas subatómicas de carga positiva) se desplazarán a un ritmo de 5 millones por segundo y a este ritmo podrían, en algún punto, «desaparecerse» y otra vez «aparecerse». Esto plantearía que hubo un deslizamiento hacia otras dimensiones.


Por otro lado, datos obtenidos en el telescopio espacial Planck podrían dar una prueba de la señal de la existencia de universos paralelos. Debido a que se podría haber encontrado «la sutil fuerza de atracción». El telescopio descubrió un «Flujo oscuro» en los bordes del universo conocido. Lo plantean como «oscuro», porque en la física moderna, lo que se desconoce su naturaleza es materia oscura. Los científicos se extrañan, porque según los modelos cosmogónicos, los cuerpos cósmicos se desplazan en muchas direcciones, pero el flujo oscuro hace que los cuerpos se muevan en una sola dirección. Este flujo oscuro podría ser una fuerza de atracción entre multiversos y la señal de que éstos existen.

En los años siguientes se podría encontrar evidencia de la existencia de universos paralelos que fue la temática en la serie de Tv «Sliders». Pero, me pongo a pensar en una pregunta coyuntural, que seguramente, alimentará la imaginación: ¿Cómo viajamos entre los universos paralelos?

Foto: RT / NASA

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